Colaboración en Revista de Letras
Me adentro por primera vez en Iris, la isla tóxica y postatómica y rica en minerales creada por Edmundo Paz Soldán (Cochabamba, Bolivia, 1967) en su novela homónima Iris (Alfaguara, 2014), revisitada en la colección de cuentos Las visiones editada por Páginas de Espuma. Sabemos que la isla pertenece al planeta Tierra y que allí llegaron sedientos colonizadores, pues sus recursos naturales justifican el sometimiento y la guerra contra los irisianos a pesar de que deben aguantar, algunos para siempre, la toxicidad y la hostilidad constante. Este contexto de reminiscencias coloniales, tan latinoamericano, sirve de escenario para este recorrido por catorce piezas que funcionan como fotografías u hologramas o alternativas más o menos virtuales en diferentes distritos de Nova Isa, ciudad o megaciudad o centro de operaciones de los colonizadores, también llamados pieloscuras.