Colaboración en Revista de Letras
Si se dice que la segunda novela de todo escritor tiende a ser una novela fallida, he aquí la excepción que confirma la regla, pues La vida tranquila es una bellísima segunda novela de Marguerite Duras (1914-1996), publicada originalmente en 1944 y ahora reeditada por Mardulce en traducción de Alejandra Pizarnik. “Escribe, no hagas nada más”, le aconsejó Raymond Queneau después de leerla. Más influenciada por las lecturas de Faulkner y Hemingway que por el nouveau roman y el relato autobiográfico con que construiría sus escritos posteriores, La vida tranquila está narrada en primera persona, la voz de una joven que sabe que ha dejado la infancia cuando se da cuenta de que ha perdido la capacidad de olvidar.